Rotundamente, sí. Trabajamos con una pasarela de pago encriptada avalada por una importante entidad financiera de primer orden. Miles de usuarios utilizan sistemas similares cada día en todo el mundo con un porcentaje muy reducido de incidencias.
Además, si hay algún problema por un fallo de seguridad del sistema, la responsabilidad recae en la entidad bancaria y de la empresa que presta el servicio, nunca en el usuario.